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El título de esta nota es un poco curioso, puesto que se supone que al momento de realizar una inversión esperamos que haya sido la mejor decisión, aguardando resultados positivos; sin embargo, en el mundo de las inversiones no siempre se toman decisiones inteligentes. Sigue leyendo y aprende a realizar una inversión inteligente.

Básicamente invertir es la adquisición de bienes capitales esperando que estos sean capaces de generar y producir otros bienes capitales; a esto le llamamos rentabilidad. Cuando colocamos nuestro dinero en terceros (corredores de bolsa, fiduciarias, bienes inmuebles, etc.), esperamos que el monto inicial invertido genere valor, aumentando de esta manera nuestro capital, a esto le llamamos inversión inteligente.

Un ejemplo de lo anterior podemos verlo en los fondos de inversión colectiva, los cuales son administrados por una entidad financiera a través de una fiduciaria, quien se encarga de invertir nuestro dinero (y del resto de inversionistas, por ello el nombre de inversión colectiva) en distintas opciones, como por ejemplo apalancar la construcción de apartamentos residenciales. El dinero invertido tendrá rentabilidades mensuales, las cuales estarán sujetas a variaciones del mercado.

Toda inversión tiene su nivel de riesgo

Por ejemplo, en el caso en donde la fiduciaria encargada de administrar las inversiones colectivas, el dinero se invierte en la construcción de apartamentos residenciales con el fin de esperar que dicha construcción entregue rentabilidades positivas. Sin embargo, puede ocurrir que, por distintos factores, la constructora encargada de ejecutar el proyecto no cumpla con el acuerdo pactado, lo cual generará atrasos en la entrega de los apartamentos, y por ende afectará de manera negativa la rentabilidad de nuestra inversión.

Otro ejemplo podemos tomarlo del caso en donde decidimos invertir nuestro dinero en una empresa productora para que esta tenga el capital necesario y así poder financiar los costes que se generan mensualmente, y nosotros a cambio participaremos de la rentabilidad de la empresa. Pero en este caso también podría ocurrir que la empresa no generó las suficientes ventas para cubrir los costos y gastos mínimos mensuales, lo cual se verá reflejado negativamente en la rentabilidad de nuestra inversión; incluso, la empresa podría entrar en bancarrota, perdiendo nosotros parcial o totalmente nuestro capital invertido.

Como notamos, toda inversión conlleva un riesgo, y esto sin excepción alguna. Entonces, cuando decidimos invertir nuestro dinero, debemos ser conscientes del riesgo que estamos tomando.

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La inversión es para todos

Cuando hablamos de inversiones tendemos a asociar el tema con grandes magnates y gurús de la inversión. Pero lo cierto es que todos deberíamos realizar inversiones con el propósito de aumentar nuestros ingresos, no importando con cuánto capital contemos. Recuerda que es mejor ‘mover’ tu dinero e invertirlo para generar ingresos adicionales, que tener tu dinero ahorrado sin darle movimiento, lo cual conlleva a que éste pierda valor en el tiempo

A continuación te compartimos tres puntos básicos, pero que son clave al momento de realizar una inversión inteligente.

Rentabilidad o tasa de retorno sobre la inversión

Para comprender este punto te compartimos una definición corta (ya que el tema es extenso) y sencilla: básicamente la rentabilidad o tasa de retorno sobre la inversión es la cantidad adicional de dinero que recibimos dividido entre capital inicial invertido. Toda inversión está ligada a un período específico para conocer tiempo después la rentabilidad obtenida. Este período puede ser mensual, semestral, o anual.

Productos financieros y administradores de inversiones

Es de vital importancia que conozcas muy bien los productos en donde invertirías tu dinero. Si inviertes tu dinero en la bolsa de valores, deberás ser consciente de la volatilidad de dicho mercado, asesorarte con corredores de bolsa experimentados y de buena reputación que te ayudarán a invertir tu dinero en las mejores acciones. Si decides invertir en productos financieros administrados por terceros, deberás conocer cuál de ellos te dejará una mejor rentabilidad y que estos se amolden mejor a tus necesidades y perfil como inversionista.

El ‘temido’ riesgo al invertir

Las inversiones sin riesgo no serían inversiones. Dependiendo del producto en donde realizarás la inversión y el periodo de tiempo que conlleve, se medirá el tipo de riesgo, el cual normalmente es de bajo, medio y alto. Ahora, dependiendo el tipo de riesgo así será la rentabilidad; por ejemplo, si alguien decide invertir a corto plazo en productos financieros tales como fondos de inversión colectiva, el riesgo asumido es bajo y su rentabilidad también será baja. En cambio si decides invertir en acciones de la bolsa de valores a mediano o largo plazo, el tipo de riesgo será alto, sin embargo su rentabilidad también será alta. También tengamos en cuenta el riesgo diversificable, es decir, invertir tu dinero en distintos productos financieros.

También existe el riesgo de contraparte, lo cual significa que en el proyecto en donde se invirtió el dinero, por ejemplo en la construcción de apartamentos residenciales, se vendan el número necesario de apartamentos para así generar la rentabilidad esperada. Y por último, tenemos el riesgo moral, es decir, la probabilidad de que la empresa en donde invertiste tu dinero comparta contigo la rentabilidad generada.

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Con estas recomendaciones básicas, pero vitales, te garantizamos que realizarás inversión inteligente, minimizando el riesgo, y obteniendo las rentabilidades esperadas.

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