En la clase anterior hablamos de cómo realizar una inversión inteligente. En esta oportunidad continuaremos con nuestra clase de finanzas personales: gastos medibles.
Qué tranquilizante es revisar nuestra cuenta bancaria y encontrar todavía nuestro dinero ahí, pero, ¿qué pasa cuando usamos nuestro dinero y no lo medimos cuando lo gastamos? Fácil respuesta: no tenemos la más remota idea en qué nos gastamos el dinero, y luego, vienen los ayes. Con esto dicho, damos inicio a nuestro primer punto.
¿Es importante medir nuestros gastos?
Al tener una lista de gastos medibles tendremos el control de nuestras finanzas personales. Es imprescindible medir nuestro gastos ya que con ello lograremos:
- Establecer un presupuesto con objetivos realistas y colocar límites a nuestros gastos.
- Planificar nuestros gastos con base al nivel de ingresos según la época del año; no son los mismos gastos que hacemos en el mes de marzo que el mes de diciembre.
- Conocer de manera clara en qué gastamos nuestro dinero.
¿Qué debemos medir?
Siendo sinceros, es muy difícil llevar un control estricto de nuestros gastos, pero si en realidad queremos tener el control total de nuestras finanzas, debemos medir hasta el centavo que hace falta para el peso; por ejemplo, gastos medibles como el café que tomamos en nuestra cafetería de preferencia (me siento identificado, de hecho estoy tomando café al momento de escribir esta clase). Muchos no prestan atención a estos “pequeños” gastos, pero de pequeños no tienen nada y te explico el porqué con un simple ejercicio.
Te puede interesar: Los enemigos de tu bolsillo: gastos hormiga
Supongamos que tomamos nuestro café preferido cuatro veces por semana, el cual tiene un costo de $ 1,5 dólares, entonces dicho acumulado a la semana sumaría $ 6 dólares, al mes sumaría $ 24 dólares, y al año sumaría la no despreciable cantidad de $ 288 dólares. Este ‘gustito’ casi diario, tendrá un impacto considerable en el porcentaje de gastos en nuestro presupuesto. Ahora, no se trata de restringirse y negarnos el disfrutar de un buen café, pero sí debemos ser medidos al momento de darnos ciertos gustos.
¿Cómo debemos medir?
Si queremos tener control de nuestras finanzas, debemos identificar nuestros gastos medibles y tener en cuenta varios detalles, como por ejemplo:
- Clase de transacción: ¿la transacción fue un gasto o un ingreso?
- Fecha: ¿cuándo realicé dicha transacción?
- Descripción: ¿para qué se realizó la transacción?
- Importe: ¿qué cantidad de dinero hubo en la transacción?
Podríamos incluir más detalles para identificar nuestros gastos, pero estos son los más importantes a tener en cuenta al momento de saber medir nuestros egresos.
Te puede interesar: Los enemigos de tu bolsillo: la inflación
¿Qué herramientas debemos usar para medir?
Existe gran variedad de aplicaciones móviles para crear nuestro presupuesto. Personalmente uso una hoja de cálculo, -sí, Excel-, la cual tengo sincronizada en la nube con el propósito de ir actualizando la información de mi presupuesto en tiempo real, ya sea desde mi equipo de escritorio o dispositivo móvil.
Para crear un presupuesto debemos tener en cuentas las siguientes categorías con sus respectivos detalles. Al final de esta clase, te compartiremos un enlace donde podrás descargar una hoja de cálculo en donde encontrarás un formato de presupuesto, el cual podrás modificar de acuerdo a tus necesidades.
Ingresos
En este apartado incluimos todo el dinero que ingrese a nuestros bolsillos (o cuenta bancaria), como por ejemplo:
- Salario: la remuneración que recibimos por realizar nuestro trabajo
- Comisiones: dinero adicional al salario que recibimos. Esto es común en el área de las ventas
- Auxilio de transporte: dinero que deposita nuestro empleador para facilitar nuestra labor
- Saldo anterior: si somos buenos ahorradores, aquí se sumará el dinero que guardamos en el mes anterior
- Dividendos: si hemos realizado una inversión inteligente, aquí registramos dicha rentabilidad
Egresos fijos
Aquí registramos aquellos gastos que mes a mes no cambian y que debemos hacer, tales como:
- Aporte a la salud y pensión: cantidad que se descuenta de nuestros ingresos para cubrir dichos rubros
- Alimentación: ¿quién hace dinero sin comer bien?
- Transporte/Combustible: sí o sí debemos movilizarnos casi a diario, así que, aquí registramos lo que gastamos para movilizarnos
- Servicio públicos: sin estos nuestra vida no sería fácil. Aquí los incluiremos
- Arriendo (si aplica): si no tenemos casa propia, aquí debemos registrar dicho gasto
Egresos variables
En este punto registramos aquellos gastos que mes a mes pueden cambiar
- Ocio: ir al cine, tomar café por fuera de la casa, visitar un museo, cenar en un restaurante con nuestra pareja, etc. Aquí lo registramos
- Viajes: después de trabajar arduamente nos merecemos una vacaciones, pero no olvidemos de registrar dicho gasto
- Ropa: es hora de cambiar aquella camisa y comprar nuevos zapatos.
- Otros gastos: aquí incluiremos aquellos gastos que no sean muy frecuentes, como por ejemplo la avería de nuestro automóvil
Con la información anterior, podemos conocer cuál es la importancia de ser medidos al momento de gastar nuestro dinero. Recordemos que aquello que no midamos no lograremos controlar; entre más estricto seamos al momento de medir nuestros gastos, mayor será el control de nuestras finanzas personales.
Como lo prometido es deuda, te compartimos el formato de presupuesto haciendo clic aquí.
Si te gustó esta entrada, te invitamos a que la compartas con tus contactos y redes sociales.
Comentarios recientes